Mucho os puedo contar de este paraíso que me he encontrado, pues aparte de la belleza, que de por si ya tiene, en mi caso lleva una fuerte carga emocional, ya que es la casa de una de mis mejores amigas Marta Bonet, y curiosamente sólo nos conocemos unos meses, pero es de esas personas que te enamoran nada más conocerlas por su dulzura, su atención y su forma de ver la vida y todo esto se ve reflejado en su Finca Sant Blai. Además tuve la suerte de disfrutarla con mi amigo Miguel Nonay, conocido en las redes como A Salto de Mata, y su mujer Eva, que como buenos maños son grandes personas.
Un oasis de vida, de verde y de buen rollo en una de las islas más bonitas del país, en Mallorca. Finca Sant Blai está cerca de un pueblecito llamado Campos, dónde podéis encontrar el restaurante Sa Canova, un placer para los sentidos dónde poder disfrutar de la auténtica cocina mallorquina, con su Tombet, sus fritadas y las chuletas de lechona (sí hay cerdos en Mallorca, ¿de donde sino la sobrasada?).
En la Finca Sant Blai se respira naturaleza, se respira paz, el complejo está dotado de 2 habitaciones y 4 casas, pero lo mejor de todo es su planteamiento: no tiene televisión, tiene espacios dónde disfrutar de la familia y de la pareja, dónde los niños descubren que los huevos no vienen en cajas de cartón, que las burras son muy majas y que las estrellas están más cerca de lo que ellos piensan, en definitiva un lugar para sentir #ypunto.
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