Quiero empezar este post diciendo que intentar explicar todo lo que he sentido en el Sáhara en un post es como intentar plasmar lo que siento por mi hija diciendo un Te Quiero.
El Sáhara es grande, enorme, pero lo que lo hace más grande es su energía, su magnetismo, es uno de los Chakras de nuestra Madre Tierra y la energía fluye a borbotones desde él, he tenido la gran suerte de vivir esta experiencia junto a mi amigo, mi hermano, mi GRAN amarillo Javier Serrano, él entiende mis palabras, por si fuera poco todo esto que os cuento, antes de marchar descubrí que son los amarillos gracias a Carmen Sahuquillo, que me enseñó que toda esa gente a la que tanto quiero y que no sabía como llamarlos, amig@, herman@, bro??, resulta que son amarillos.
Mi otro compañero de viaje fue El Principito, increíble pero cierto, soy un analfabeto en lo que a lectura se refiere y no lo había leído todavía, la causalidad, que no la casualidad, quiso que lo leyera en el Sáhara, mientras admiraba la belleza de las estrellas (llegamos en luna nueva) y cada vez más mi corazón se hinchaba y se hinchaba hasta descubrir que mi alma y mi corazón han de ser un todo o mejor dicho, un nada.
Cuando miras el desierto algun@s no ven nada, yo lo vi todo y creo que mi amarillo Javi también lo vio, hicimos sentir a nuestros compadres de viaje, Miguel Nonay, Paco Irizar de Rural Suite, David Espino de la Vereda del Cierzo, Miquel y Joan, una Cena de los Sentidos en el desierto y fue realmente especial.
La cosa no acababa aquí, después de mil barrigazos por las dunas, saltar con el coche, subir y bajar, fuimos a visitar algunas familias nómadas a las que entregamos juguetes que, generosamente, los compadres y comadres nos había acercado a Sargantana Restaurant, y luego fuimos a varios colegios dónde l@s niñ@s sonrieron mientras Javi les hacía el baile del tiburón.
Aquí los europeos, los sabios, perdemos vanalmente el tiempo eligiendo coche o yendo de rebajas al centro y nos olvidamos que las sonrisas, las ilusiones y el amor es lo que mueve al mundo, que nuestros coches se estropearán, nuestras ropas se rasgarán, pero nuestro amor seguirá por siempre en el planeta.
Así que, a modo de conclusión, sólo puedo decir una cosa: "No hay problema amigo", fluid y dejad que se os llene el alma de ilusión y esperanza, pues con estas armas somos imbatibles.
Pinchando en este texto podéis ver el álbum de fotos, en el perfil de Javi podéis ver alguna más y en el mes de marzo haremos una exposición digital en Sargantana.
Encantado que os lo hayáis pasado tan bien, hayáis descubierto vuestro yo interior y hayáis vuelto enteros.
ResponderEliminarHemos seguido vuestra aventura al minuto y ha sido como si parte de nosotros estuviera en esas dunas o en esas Jaimas¡¡¡
Un abrazo